Catalans, voleu córrer massa; no correu tant que podrieu ensopegar.

viernes, 12 de marzo de 2010

Isabella La Veneciana

Mis queridos amigos, hoy voy a dejar de lado los sinsabores de nuestra vida político social. Por tanto hoy nos vamos de fiesta. Sabéis perfectamente que una de mis "fuentes" es Isabella, si, esa, La Veneciana y estanquera del pueblo, no confundirla con la "estanquera del Vallecas" que esa es otra historia. La cuestión es que hace unos días cuando me comentó aquello de que "Más de la mitad de los españoles no ha superado la ESO, pero te firman hipotecas de 50 kilos como quien lava.", (fuerte la frase, muy contundente y con mucho fundamento), pues me invitó a una fiesta que iba a celebrar hoy en el Gran Mesón del Pueblo, naturalmente invitaba a casi todo el mundo, pero tenía especial interés en que yo fuese. Pero, ¿cual es la historia de esta mujer?. Tiene un encanto muy peculiar y con sumo gusto -con el beneplácito de la susodicha- lo voy a contar.
Isabella es una mujer menuda, natural de Venecia, con un color de pelo rubio-castaño que supongo, no soy experto, algo de "pintura" llevará, y ¿su edad?, jo, pues yo diría que unos cuarenta y pocos, pero eso sí, es especialmente despistada y se conserva muy bien quizás porque acude al complejo deportivo del pueblo, mira como ese chiste que dice: Oye tú, ¿que hace ese poli dando vueltas alrededor de la plaza?, anda tú, pues no ves que es POLIdeportivo.
Bueno pues eso, que la chica se conserva. Pero lo importante es como llegó a este nuestro pueblo. Por cierto, el calificativo de "Veneciana" se lo puse yo, en un momento dado, surgió y zás ya está, bautizada. Todo ocurrió un buen día cuando ella se dirigía a ocupar su puesto como subdirectora del hotel Gritti, un buen hotel de five estrellas en el Gran Canal. En un momento dado del trayecto, observó como un turista se iba acercando peligrosamente al filo del muelle mientras hacía fotos, estuvo en un tris de darle un aviso, pero no hizo falta, el turista se cayó al agua, aunque unos cuantos trataban de ayudarle a salir, fue la blanca mano de Isabella la que dió el tirón final y el turista pudo llegar a tocar el cemento. Dos carabinieri se acercaron presurosos, aunque el susto ya había pasado pudo Isabella enterarse que ese turista a quien ayudó a rescatar, era un empresario Español de nombre Edmundo. Edmundo e Isabella cruzaron muchas miradas, él tratando de quitarse algún litro de agua y ella con esa simpática sonrisa que hacía de marco a unos inmaculados y perfectos dientes blancos como de anuncio, pero es la verdad, cosas de la naturaleza, yo me miro los míos y salgo corriendo. Sigamos.
Isabella que ya a estas alturas no hace falta decir que sentía un tilín-tilín por Edmundo, le propone llevarle a su casa para que pueda secarse y arreglarse. Al día siguiente el susodicho envió un inmenso ramo de flores y un número de teléfono del hotel donde se alojaba, decía que le quedaban 48 horas de estancia y que le gustaría aceptara una cena en el hotel Donatello. Ella rápidamente le telefoneó y quedaron en ese fantástico lugar, luego paseo en góndola, un suave beso en los labios bajo el Puente de los Suspiros....Le acompañó al aeropuerto Leonardo da Vinci, se despidieron con bastante calor y la promesa de comunicarse via hotmail. A los tres meses nuestro galán español, ponía el pié de nuevo en el aeropuerto Veneciano para contraer matrimonio con Isabella en la preciosa Iglesia de Santa Maria di Nazareth. Se afincaron en Madrid, en concreto en mi pueblo, donde por azar surgió la venta del estanco, lo consiguieron y se puso a nombre de Isabella. De eso hace ya 20 años, pese al tiempo transcurrido el acento italiano-veneciano de Isabella se mantiene. Yo disfruto mucho oyéndola comentar los dimes y diretes sociales pero lo que más me fascina de ella es cuando se pone a recordar su Venecia natal. Hoy en día es una persona muy respetada y querida en el pueblo, con tres niños el mayor tiene 16 años en plena adolescencia y un tanto gamberrete. foto de Isabella en los Carnavales Venecianos del año que conoció a Edmundo.

Total, que acudo a la fiesta-jolgorio, se puede decir que todo el pueblo se encontraba dentro del Mesón. Raúl -el mesonero mayor de Castilla, como yo le llamo-, no paraba ni un minuto. Cuando la cerveza ya había corrido lo suficiente y apenas quedaban canapés de cangrejo, Isabella solicita un minuto de silencio, pensé que esto no estaba en el guión, pero algo tendría que decir porque montar una fiesta así. Su aterciopelada voz con ese acento italiano se abrió paso para comentar a todo el pueblo que dejaba de ser la estanquera. ¡Mecachis!, pensé, ahora tendré que ir dejando de fumar, con lo agradable que era ir a por tabaco. El estanco lo ha traspasado a otra del pueblo, a una "rojilla" de armas tomar con ansías de alcaldía, de nombre Leonora, Leonora la Roja. Como uno es bastante conocido por el pueblo así como este nuestro blog, Leonora después de ofrecer el estanco a todo bicho nicotínico viviente, se acercó a quien esto escribe, y zas me dice: Amigo Franjo, espero que sigas fumando aunque tú y yo tengamos ideas políticas totalmente opuestas, me gustará que charlemos y te cuento que en un pueblo de la Sierra Madrileña a su alcaldesa la van a procesar por prevaricación inmobiliaria y claro es ¡del PP!. Como estamos en pleno jolgorio pues aquí terminó nuestra conversación, que pienso reanudarla más adelante porque este asunto me interesa, aunque sea en contra del PP, porque no nos engañemos, en la Sierra Madrileña tiene que haber cada tufo..... con el agravante para mí, que casi todos son del PP, pero ya hablaremos. He de decir que Leonora no siempre ha sido rojilla, procede de muy buena y de gran abolengo familiar, bastante lejos de las ideas del sr. Marx, sujeto que elaboró su Capital comodamente sentado en la biblioteca de la National Gallery of London, con el riñón bien cubierto y buenos platos en la mesa, incluso Leonora que siempre vota psoe, a veces con la nariz tapada como alguna vez me ha dicho, juega al golf, y tiene varias posesiones, es decir, muy psoe.
A todo esto mi amiga La Veneciana -ya ex-estanquera-, se despidió de todos y a mí con ese cariño cómplice me dió un par de besos, ¡ya nos veremos Franjo!, y mi amigo Edmundo me dió un fuerte apretón de manos.

Queridos amigos, pues con esto y un bizcocho hasta mañana a las ocho, que os haya gustado esta romántica historia ajena por completo a la idea de este nuestro blog.
Con esta entrada conmemoro el primer año de vida del blog. Gracias a todos.

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Un amigo es uno que lo sabe todo de ti y a pesar de ello te quiere. Elbert Hubbard


Nº.: 77

4 comentarios:

  1. hola amigo franjo,no creas que me olvidado de ti,ya te estoy escribiendo desde tierras chilenas,asi que esta amiga trotamundos te saluda desde aqui.
    muy interesante la vida de isabella amigo,gracias por compartir su historia.

    te dejo un fuerte abrazo desde este sur chileno!!!!!!!

    ARRIBA CHILE!!!!!!!!

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  2. Arriba Chile,y que todo vaya muy bien y el nuevo Presidente sea lo mejor para esa bendita tierra. Gracias por seguir este nuestro blog y que la fantástica historia de Isabella la Veneciana te haya gustado. Ahora espero que la Isabella lo lea y efectúe algún comentario así como Leonaora "La rojilla". Gracias Amiga.

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  3. Me encanta la historia.
    Espero que Isabella siga siendo muy feliz allá donde vaya con Edmundo.
    Brujilda.

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  4. Franjo queridísimo, ¡qué preciosa historia la de Isabella la veneciana! Le agradezco muchísimo que la haya compartido con nosotros, aligerando así nuestras diarias inquietudes políticas, que acaban por ocupar todo nuestro precioso tiempo.
    Me ha quedado la inquietud de que Isabella deje el pueblo y, por tanto, su aparición en este blog, que considero casi mío. El traspaso del estanco, ¿es porque Edmundo e Isabella se van? Me encantaría que no fuera así y que siguiera comentando con usted (y, por tanto, con nosotros) el devenir político de España.
    En cuanto a Leonora, seguro que tiene algo que aportar a 'nuestro' blog, porque usted no dejará de fumar tras este traspaso, ¿no?
    Suya, como siempre,
    CarChatís

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